
para tus zapatos abandonados,
las monedas de chocolate, los besos enviados en la luna y los cuentos contados cuando el sueño no besa; cuando yo sea grande: quiero ser como tú. ¡feliz cumpleaños mi hombrecito! mamá -te ves hermosa como la noche- me coqueteaba escondiéndose entre el vestido, cuando aún éramos una familia (papá, mamá e hijo) él, se esmeraba en declaraciones de amor, corría cuando no era observado, besos pegoteados de dulces –te amo- miraba a todos lados, como si hiciera algo grave, advirtiendo –no se lo digas a papá- después vino la separación, no entraré en detalles, pero salí de esa casa sólo con mi mochila y en ella me faltaba toda la vida; ahí entendí eso de que entre amor y odio hay un sólo paso –tú no eres mi madre- acepté los golpes, los gritos y los insultos, luego vinieron los psicólogos y las abuelas se esmeraban en oraciones -la sangre no es de agua- decía un enemigo poeta y debe ser por eso, que de nostalgia, me puse los zapatos viejos de mi hijo, hoy cumple once años, mide cuatro centímetros menos que yo y siento que es inmensamente más grande, cada uno de nuestros encuentros es una declaración de piedad cuando vi su rostro por primera vez, me enamoré de sus ojos perfectos, lo deshojamos en parecidos sanguíneos hoy me embeleso nuevamente de esos ojos –¿a quién me parezco mamá?- su mirada tiene un aire insidioso –bueno, ahora que te veo con detención… mmm, te encuentro igualito, igualito a ti- se sonríe escudriñando mi alma -¿te cuento un cuento, mamá?- mira el techo como buscando un buen inicio, dejo caer mi cabeza sobre sus piernas y sus manitas de ayer se deslizan suave sobre mi rostro como si me volviera a crear, mientras susurra con aroma de dulces –te amo- …y colorín colorado… este cuento pegoteado …espero no haya terminado |
8 comentarios:
Me gustó... me gusta y me seguirá gustando... el relato y el gesto hecho dulce pegoteado...
Deseo que el cuento no termine y que comience día tras día mientras él se parece más a tí y tú más a él...
Un beso y mil más
Felicidades.
El amor que sentimos hacia nuestros hijos es tan visceral como desgarrador... un abrazo
Así como con un chuzo atravesado en las amigdalas, así me has dejado amiga, en la visión de tu mochila vacía de vida, de tus recuerdos y del dolor que puja por ser esperanza.
Déjame darte un gran abrazo en este nublado martes de otoño.
Merece continuación.
Eso espero no haya terminado.
Hola, llegué a tu blog por esa maravillosa película que es "Criaturas Celestiales", a pesar de que recién te estoy leyendo me gustó encontrate, espero seguir visitándote.
Nos vemos, sal-udo.
Para usuario anónimo: hay que admitir que los reflejos pueden ser perversos, pero ya sabes, nos parecemos... lo importante es que esté sanito! jajaja... mil besos.
Para anónimo: gracias
Para pepet el anacoreta: parece ser que lo arrastrado por la sangre embriaga como vino dulce, gracias por su visita.
Para Pancha: entre amor y visceras correspondo su abrazo, gracias.
Para Amapola: imágenes de ida imágenes de vuelta, su mirada me conmueve, me cautiva... un abrazo para un otoño que no pasa
Para Ignacio: la piel es un buen repertorio... el tiempo dirá... gracias
Para udo: espero seguirlo viendo, entre tanta criatura celestial...
gracias a las miradas leales, de extensiones verbales, a las compañeras silenciosas y a los nuevos viajantes en este mundo sin vueltas... gracias
"... salí de esa casa sólo con mi mochila y en ella me faltaba toda la vida..."
Volver a sus manitos torpes acariciando el pelo. Dejar que ellas protejan nuestros sueños y curen nuestras penas y angustias. Mientras nosotros creemos enseñarles, guiándolos por el "camino correcto".
Muchos cariños
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