martes, junio 19, 2007

un inadaptado, no podría ser de otra forma,
ese perfil de artista, un poeta, un pintor...
en fin, esa clase extraña que no usa paraguas,
que camina como tomando el olor a las huellas,
más de una vez robó flores para regalar...
seguro era un ilustrador;

sino como se explica,
que en medio de los empujones y aprietes del metro,
uno sea testigo de estos gestos,
aunque pudo ser el sofoco, eso que algunos llaman calor humano,
no sé si ella lo escuchó,
pero al menos todos los que estábamos en aquel vagón cuando gritó:

-¡Te amo!... ¿Me crees?
¡Te A-M-O!


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